Los habitantes de la salsa barbacoa

Programa de Ayuda a la Creación Fundación de Artes Plásticas Rafael Botí.
2021/2022

El concepto de este proyecto gira alrededor de la temática general que reina en mi obra: la apropiación y traída al presente de obras de la historia del arte. Como es frecuente en mi creación, utilizo obras de arte de pintores flamígeros en su mayoría como base de un paraíso deshabitado de pueblo de mujeres contemporáneas, comida e iconos contemporáneos; pero en esta ocasión todo se tiñe con un tono grisáceo, algo pálido e infernal, de la peste y las plagas que pueblan esos óleos sobre lienzo traído a la pandemia de este 2020 y de nuestro propio infierno interior al más puro estilo de los bestiarios góticos.

DESCRIPCIÓN DE LA PRODUCCIÓN ARTÍSTICA 

En este proyecto planteo plasmar el otro lado de ese paraíso, el infierno, tanto interior como exterior con el que hemos aprendido a convivir. Los habitantes de la salsa barbacoa con esos infiernos propios, esos miedos, esa falta de empatía que se retrata el los frisos góticos y en el telediario día a día. Los habitantes de la salsa barbacoa no son otros que los que arden en los cuadros, bajorrelieves y esculturas de todo de románico y gótico, muy fructífero en la península. Procedente del mundo grecorromano, bizantino y persa, el bestiario fantástico se apodera del mundo cristiano románico no sin resistencias y críticas, plagando todo nuestro imaginario colectivo, viviendo en la actualidad acostumbrados a cruzarnos con fieles ardiendo en el infierno de los dinteles de las puertas de las catedrales. 

DESCRIPCIÓN DE LA PRODUCCIÓN ARTÍSTICA 

No obstante, el objetivo del proyecto Los habitantes de la salsa barbacoa es sacraliza esta estética pagana convirtiendo a los animales -tanto reales como imaginarios- en portadores de virtudes o perversiones, empiezan a plagar capiteles, canecillos, metopas, tímpanos, arquivoltas, muros, pilas bautismales, objetos litúrgicos y una incontable serie de soportes que, lejos de la mera función ornamental, aportan un significado simbólico al que lo le añado el componen femenino y elementos de la contemporaneidad, ya que desde los cinocéfalos que moraban en los confines del mundo conocido hasta los fantasiosos superhéroes radioactivos que habitan en nuestra realidad más allá de la ficción, los monstruos han acompañado al ser humano desde los orígenes del tiempo y han dado forma a un imaginario que ha ido evolucionando al ritmo que marcaba la mentalidad de cada época. 

EXPLICACIÓN DEL CONCEPTO: LA SALAMANDRA 

Uno de los mitos más extendidos desde la antigüedad es el de la relación entre la salamandra y el fuego, y que incluso le da el nombre en inglés a la salamandra común (Fire salamander). Las primeras referencias a esta relación aparecen en a la mitología griega. Prometeo, el Titán amigo de los mortales, subió al monte Olimpo para robar el fuego a los dioses y entregárselo a los humanos. Pero los dioses mandaron a las salamandras a la tierra ya que, como recoge Aristóteles, la salamandra estaba asociada al fuego y era capaz de sofocarlo cuando caminaba sobre él, creencia que fue posteriormente recogida por Plinio el Viejo (23-79 d.C.), que aparte de las cualidades apaga fuegos de las salamandras. Leonardo da Vinci (1452-1519) afirmaba que la salamandra no poseía órganos digestivos, y solamente adquiría alimento del fuego, el cual renovaba constantemente su piel escamosa. Por su parte, Paracelso (1493-1541), en su «Tratado de los ninfos, silfos, pigmeos, salamandras y otros seres» sugirió que de los cuatro reinos o elementos (tierra, aire, fuego y agua) la salamandra era el elemento del fuego. 

PROCESO DE CREACIÓN 

Curiosamente, la buena imagen de la salamandra, a la que siglos atrás se la había considerado nuestra aliada, al rescatar el fuego para que pudiera ser usado por nosotros, cambió radicalmente y la idea de que se trataba de un animal venenoso y perjudicial aún llega hasta nuestros días, una vez que estas creencias paganas fueran adoptadas por la Iglesia católica. Este poder que tenían las salamandras de poder enfrentarse al fuego y no sufrir daño fue la que me llevó a personificarlas en una mujer. Siempre me autorretrato a través de otras mujeres en mis obras y esta mujer salamandra no es más que otra representación de mí misma frente al caos del confinamiento. Un caos que nos permitió ver aflorar nuestro fuego, nuestros miedos, monstruos y monstruosidades; pero también nos dio la oportunidad de apagarlos por nosotros mismos como hacían las salamandras.